Viajar hasta Ezeiza, jugar a puertas cerradas, no contar con luz ni agua en el estadio. Nada podía salir bien. Pero todo parecía cambiar cuando el jugador de Independiente Rivadavia, al minuto y con ninguno de los presentes acomodado, convirtió un gol en contra.
"Al fin ligamos", decían entre los asistentes al partido. Almirante, si bien no jugó mal y fue superior en gran parte del partido, pecó de lo mismo que viene pecando desde que arrancó el torneo: la falta de definición. Lo tuvo Presedo, Nadaya, Grahl, Canelo y nada. Si Leandro Caballero no convertía su gol en propia puerta, el equipo de Rivoira no iba a convertir.
"No ligamos", terminaron diciendo cuando Carballo pifiaba y, en propio arco, ponía el 1 a 1 para los mendocinos. Otro partido extraño para analizar. Almirante pudo ganarlo y, sobre el final, casi lo pierde si no fuese por el palo salvador.
¿Puntos altos? Olivera y Cacace mientras que Nadaya y Gimenez no tuvieron un gran partido. Pero en general, el equipo rindió a lo que pudo. La definición sigue siendo el punto a mejorar.
Ahora, la revancha y despedida del año será en Huracán. Por ahora, de los últimos 6 puntos, se sacó 4. Buena cosecha. En Parque Patricios, se buscará el broche final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario