Almirante Brown ganó 2 a 0. Comodo, simple, a su juego, como tenía que jugarlo. ¿Sufrió? Obviamente, sino no sería Almirante Brown pero importa, acaso, cuando vences a un rival que está peleando por ascender. Lo dijo el entrenador Felipe de la Riva, Almirante ganó porque jugó bien, no porque Atlético estuvo desconocido. Si así lo estuvo es por el juego avasallante y la presión que ejerció.
Antes era imposible ganar de local. Ahora cambió, en su casa, el equipo presiona los 90 minutos apoyados en su gente, esa que se acercó a alentar en el peor momento en años. Basualdo (no)se cansa de correr, Pereyra juega muy buenos primeros tiempos, Canelo imparable y Ceballos que salió aplaudido por su esfuerzo. Cambiaron insultos por aplausos. Así era.
¿Ahora qué? Esperar el resto de los resultados y prepararse para ese partido salvador ante Independiente Rivadavia en Mendoza. Donde se juegan más que 3 puntos, se juegan 6 meses más en el Nacional B. Ojo, también hay que esperar a Douglas que también la tiene complicada.
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